La resolución de problemas es una actividad que lleva inherentemente la necesidad de enfoque y estructuración en su desarrollo. Sin embargo, en ocasiones esto no es suficiente para garantizar una resolución eficiente. Es aquí donde aparece el análisis sistemático, como una alternativa que permite obtener una visión más amplia y profunda de la situación a enfrentar. En este artículo profundizaremos sobre qué es un análisis sistemático, cómo se aplica en distintos campos y la importancia de su aplicación en situaciones cotidianas.
¿Qué es un análisis sistemático?
Primeramente, es necesario resaltar que el enfoque sistémico es un método de análisis utilizado en distintas ciencias, en la vida cotidiana y en la administración. Su objetivo es describir un fenómeno a partir de la relación que hay entre sus partes, considerándolo como un sistema y, por lo tanto, compuesto por unidades menores o subsistemas. Se diferencia del reduccionismo, ya que parte de una comprensión de la totalidad para después analizar la interacción de sus partes. El pensamiento sistémico se aplica en diversos campos para conocer las causas y los efectos de los acontecimientos, encontrar soluciones a problemas y generar nuevas conexiones entre las partes para comprender de manera más abarcadora un asunto o la realidad.
El análisis sistemático es un enfoque que permite aplicar principios del pensamiento sistémico para obtener una visión amplificada y profunda de la situación a enfrentar. Consiste en un método de análisis para obtener un amplio razonamiento y pensamiento crítico en relación a los fenómenos, problemas y situaciones que ocurran dentro de un sistema. También es conocido como teoría de sistemas, pensamiento sistémico o pensamiento en sistemas. Se fundamenta dentro de los campos de la biología, sociología, psicología, antropología, filosofía, economía, matemáticas, administración de negocios e ingeniería.
¿Cómo se realiza un análisis sistemático?
Para llevar a cabo un análisis sistemático, es crucial considerar todos los aspectos que se involucran en las creaciones técnicas. Es necesario desarrollar los siguientes elementos:
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Antecedentes técnicos: Esta fase implica recopilar información sobre las herramientas, tecnologías y estructura necesarias para llevar a cabo una determinada tarea.
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Contexto social: Es preciso identificar los factores sociales que influyen en una determinada acción, incluyendo normas culturales, necesidades de la comunidad y relaciones sociales.
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Contexto natural: Identificar el impacto medioambiental que puede tener un proyecto o iniciativa, analizar las consecuencias ambientales de cualquier actividad y evaluar los riesgos medioambientales.
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Consecuentes técnicos: El impacto que las acciones tienen en los antecedentes técnicos y si es posible mejorarlos para mejorar los resultados obtenidos.
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Impacto social: Es necesario analizar las formas en que se pueden modificar las condiciones sociales a través de la realización de un proyecto, generando beneficios para la comunidad.
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Impacto natural: Evaluar los potenciales impactos ambientales que pueden generarse por un proyecto o acción y, por consiguiente, identificar si es posible reducir los riesgos para el medio ambiente.
Ejemplos de aplicación
La aplicación del enfoque sistemático no necesariamente debe ser aplicado a cuestiones complejas. De hecho, puede encontrarse en la vida cotidiana en diversas situaciones y ser de gran utilidad para obtener un contexto más amplio de un problema o situación a afrontar, prevenir problemáticas futuras e identificar patrones y estrategias para resolverlas.
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Equipos deportivos: La aplicación del enfoque sistémico a los equipos deportivos puede permitir una comprensión más íntegra de los problemas que se presentan, para futuras resoluciones.
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Empresas: Se puede aplicar en una empresa, identificando las diferentes áreas que la componen y cómo la interacción entre ellas afecta en la organización.
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Personal: El enfoque sistémico también puede ser aplicado en situaciones personales, para obtener una visión más amplia de problemas cotidianos que puedan surgir.
Aplicación en proyectos académicos y laborales
El enfoque sistemático puede ser especialmente útil para llevar a cabo proyectos académicos y laborales dado que puede ayudar a obtener un contexto más amplio, reducir riesgos y mejorar la calidad de los resultados. Aquí te compartimos algunos beneficios principales de la aplicación del enfoque sistemático en proyectos académicos y laborales:
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Control de varios aspectos de la vida: Permite a los estudiantes o trabajadores comprobar ciertos controles que quizás no habían notado en áreas básicas.
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Resolver problemáticas: Proporciona una visión más clara de los problemas y, por tanto, una solución mucho más precisa.
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Predecirlas y descubrir su origen: Permite conocer la raíz de los problemas y predecir qué puede suceder si se mantienen ciertas condiciones.
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Mejorar comunicación directa: El análisis sistémico ofrece una forma clara de comunicar a diferentes áreas el por qué de las acciones realizadas.
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Mejorar procesos de razonamiento: La aplicación del enfoque sistémico es una herramienta excelente para desarrollar y mejorar el razonamiento lógico e integral.
Conclusiones
La aplicación del enfoque sistémico en distintos campos surge como una necesidad para obtener una visión más completa de las situaciones que se deben afrontar. Además, permite analizar desde diferentes perspectivas el problema y relacionar las distintas partes involucradas. Su utilización resulta especialmente útil en proyectos académicos y laborales, aunque puede también encontrar aplicación en situaciones cotidianas. El enfoque sistémico es pues una herramienta de suma importancia para la resolución de problemas en el mundo actual.
