Donde se establecen los teotihuacanos

Cuando hablamos de Teotihuacán, hablamos de la cuna de una de las culturas más importantes de Mesoamérica. Una de las preguntas más importantes que nos hacemos sobre ellos es su origen, ¿de dónde vinieron los teotihuacanos?

No es un misterio el hecho de que los primeros hombres en habitar en México son los que hoy conocemos como cazadores-recolectores, los cuales se movían de un lugar a otro siguiendo a los animales y a las épocas para cosechar los frutos que el campo les proveía.

Sin embargo, tiempo después, un grupo de olmecas migró del Golfo de México al altiplano central y al mezclarse con otros pueblos, dieron origen a la Cultura Teotihuacana. La cultura que hoy nos interesa, la que dio origen a una de las ciudades más importantes de la antigüedad, fue el resultado de la fusión de muchos habitantes que llegaron a esta zona y juntos crearon su estilo de vida.

El primer asentamiento teotihuacano ocurrió cerca del 200 a. C. y su trazo era muy básico comparado con lo que luego fue. La zona donde establecieron esta primera forma de Teotihuacán era muy pequeña, y ellos no sobrepasaban los 500 habitantes.

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Teotihuacán, la ciudad del centro

La ubicación geográfica de Teotihuacán no es coincidencia. Se encuentra en el centro de lo que hoy conocemos como México. Allí convergen diversas rutas comerciales y allí se encontraba todo tipo de riquezas minerales y naturales, y aunque hoy sepamos que existieron otras culturas anteriores a la teotihuacana, los teotihuacanos se encargaron de dejar su huella, una huella tan profunda que aún hoy nos maravillamos con ella.

La ciudad de Teotihuacán se convirtió en una ciudad de entre 125 mil a 250 mil habitantes, nada mal para una ciudad que apareció de repente. El éxito de la ciudad radicó en la recopilación de recursos naturales y la explotación de la obsidiana para la creación de herramientas de trabajo. Además, la explotación y control de los recursos naturales fue fundamental en el crecimiento económico y en la influencia que la ciudad alcanzaría años después.

El esplendor de Teotihuacán

Teotihuacán alcanzó su máximo esplendor en el periodo Clásico, entre el año 150 d. C. al 750 d. C., un periodo que vio la creación de estructuras monumentales que hasta hoy son objeto de fascinación y estudio. En este momento, se construyeron edificios importantes, que aún hoy en día llenan de asombro a sus visitantes y a la arqueología. Tal es el caso de la Pirámide del Sol, Pirámide de la Luna, la Calzada de los Muertos y el Templo de Quetzalcóatl.

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“La ciudad de Teotihuacán, creció rápidamente, y abarcaba unas ocho veces la superficie del centro histórico de la Ciudad de México en la actualidad”

Los teotihuacanos crearon un sistema arquitectónico fuera de serie en esa época, además del impresionante trazo arquitectónico, también dejaban su firma en las esculturas y los murales que plasmaron. Sus construcciones importantes incluyen la Pirámide del Sol, cuyas dimensiones son imponentes, con 65 m de altura y una base de 250 por 250 m. Sin duda, una estructura que deja muchos misterios aún no resueltos.

Desde el punto de vista político, Teotihuacán ejerció su dominación sobre otras regiones de Mesoamérica y tuvo influencia cultural. Los teotihuacanos también desarrollaron una forma de construcción de edificios que luego influenciaría a otras culturas mesoamericanas, además de la estrategia social que implementaron para sobreponerse a otras ciudades.

La estructura social de los teotihuacanos

La sociedad teotihuacana estaba integrada por sacerdotes, guerreros, comerciantes, artesanos y agricultores, entre otros. Pero la pregunta es, ¿Cómo eran las relaciones entre las distintas clases sociales? La respuesta a esto la podemos obtener de las viviendas, ya que los teotihuacanos solían dividirlas dependiendo de los distintos grupos sociales.

Gracias a las formas en que construyeron la ciudad, sabemos que los sacerdotes, guerreros y comerciantes tenían un lugar especial, desde donde podían ver la ciudad en todo su esplendor. Por otro lado, los artesanos y agricultores se ubicaban en un estrato social inferior en Teotihuacán.

La religión teotihuacana

La religión de los teotihuacanos es un tema difícil de delimitar ya que, por un lado, no sabemos cómo se llamaban a sí mismos o a su ciudad, y por otro, los hallazgos de sus templos y ceremonias nos han dejado más preguntas que respuestas acerca de su religión.

Lo que sí sabemos es que las principales deidades de los teotihuacanos estaban vinculadas con el agua y la vegetación. Además, los teotihuacanos rendían culto a la serpiente emplumada Quetzalcóatl y a otros dioses como Tlaloc, Huehuetéotl y Tezcatlipoca. Es muy probable que sus ritos involucraran sacrificios humanos llevados a cabo por una élite cerrada de sacerdotes o chamanes.

El declive de Teotihuacán

Incluso una ciudad como Teotihuacán llegó su punto máximo y luego declinó. Es cierto que las posibles causas de la decadencia son muchas, pero tal vez, una de las más conocidas sea la sobreexplotación de recursos naturales, invasiones de otros pueblos y conflictos internos. Sea cual sea la razón de su caída, el final de la ciudad fue violento, fue saqueada, quemada y destruida a finales del periodo Clásico.

Aún hoy en día, los arqueólogos siguen estudiando la ciudad, su estructura y su influencia en las culturas prehispánicas. No hay duda de que Teotihuacán es uno de los lugares más importantes de la historia de México y que seguirá siendo objeto de estudio y fascinación para muchos años por delante.

En resumen, la ciudad de Teotihuacán se encuentra ubicada en el centro del país y fue fundada alrededor del 1.000 a.C. Los teotihuacanos fueron una influencia importante en el desarrollo de otras culturas mesoamericanas y se cree que su sociedad se conformaba por sacerdotes, guerreros, comerciantes, artesanos y agricultores, entre otros. La ciudad alcanzó su máximo esplendor en el periodo Clásico, construyeron estructuras monumentales y sistema arquitectónico fuera de serie. Por eso, aún hoy en día, Teotihuacán es un importante sitio arqueológico y turístico en el norte de la Ciudad de México.