Uno de los trastornos gastrointestinales más comunes en la infancia es el dolor abdominal recurrente de causa funcional. Este síndrome puede manifestarse como dolor alrededor del ombligo, náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento. A menudo, el dolor abdominal recurrente se diagnostica en niños con edades comprendidas entre los 4 y los 12 años.
En el tratamiento del dolor abdominal recurrente de causa funcional en niños, la trimebutina puede ser una opción terapéutica eficaz. La trimebutina es un antiespasmódico utilizado para regular el tono y la motilidad gastroesofágica e intestinal en la infancia, indicado en reflujo gastroesofágico, cólico abdominal recurrente y síndrome dispéptico del lactante, dolor abdominal recurrente y náuseas.
Qué es la trimebutina
La trimebutina es un antiespasmódico utilizado para tratar el dolor abdominal y los trastornos intestinales. Se utiliza para tratar los síntomas asociados con el síndrome del intestino irritable, la colitis, la enfermedad de Crohn y la dispepsia. También se puede utilizar para tratar la inflamación del estómago causada por la bacteria Helicobacter pylori.
Cómo funciona la trimebutina
La trimebutina actúa sobre el músculo liso del tracto gastrointestinal, inhibiendo la liberación de acetilcolina y otros neurotransmisores. Es un agonista de los receptores opiáceos intestinales y cerebrales, lo que produce un efecto relajante en el tracto gastrointestinal y una disminución de la hipersensibilidad visceral.
Cómo se administra la trimebutina
La trimebutina se administra por vía oral, intravenosa, intramuscular o rectal. La dosis y la duración del tratamiento dependen de la edad del paciente, la gravedad de la afección y la respuesta del paciente al tratamiento. La dosis recomendada para el tratamiento del dolor abdominal recurrente de causa funcional en niños es de 12 mg/kg/día dividido en tres tomas por vía oral.
La trimebutina está disponible en suspensión oral y comprimidos orales. La suspensión oral se administra con una pipeta dosificadora que ayuda a medir la cantidad exacta de medicamento que se debe administrar.
¿Cuánto dar de trimebutina a un niño?
La dosis recomendada de trimebutina para niños es de 12 mg/kg/día dividido en tres tomas. La dosis máxima diaria no debe superar los 600 mg en ningún caso. La dosis diaria y la duración del tratamiento deben ser siempre determinadas por un médico, ya que pueden variar según la edad y el peso del niño y la gravedad de los síntomas.
Es importante que los padres o tutores siempre sigan las instrucciones del médico y nunca den más medicamento del que se indica. Tomar más medicamento de lo recomendado puede aumentar el riesgo de efectos secundarios y no mejorará los síntomas del niño.
Efectos secundarios de la trimebutina
Al igual que con cualquier medicamento, la trimebutina puede causar efectos secundarios en algunos pacientes. Algunos de los efectos secundarios más comunes incluyen náuseas, mareos, somnolencia y dolor de cabeza.
Si el niño experimenta alguno de estos efectos secundarios, es importante informar al médico.
Precauciones al usar trimebutina en niños
Aunque la trimebutina es generalmente segura y efectiva para tratar el dolor abdominal recurrente de causa funcional en la infancia, hay algunas precauciones que deben tenerse en cuenta cuando se utiliza este medicamento.
En primer lugar, la trimebutina no debe ser utilizada por pacientes que hayan mostrado reacciones de hipersensibilidad al fármaco o a cualquiera de los componentes de la medicación.
También se recomienda precaución en los ancianos, ya que estos pacientes pueden responder a las dosis habituales de anticolinérgicos con excitación, agitación, somnolencia o confusión.
Las personas que sufren de trastornos cardiovasculares o glaucoma también deben tener precaución al tomar trimebutina.
Conclusiones
La trimebutina es un medicamento seguro y efectivo utilizado para tratar el dolor abdominal recurrente de causa funcional en la infancia. Es importante seguir las instrucciones del médico en cuanto a la dosis y la duración del tratamiento para lograr los mejores resultados y minimizar el riesgo de efectos secundarios.
Si el niño experimenta cualquier efecto secundario o tiene preguntas o inquietudes sobre el tratamiento con trimebutina, es importante que se comunique con el médico.
