¿Qué es la disociación y cómo afecta a las personas?

La disociación es un proceso por el cual un individuo se distancia de ciertas experiencias o emociones como mecanismo de autodefensa frente una mala experiencia. Este proceso adaptativo ayuda a nuestro cerebro a desconectar de la realidad ante situaciones traumáticas para protegernos del impacto emocional, la tensión, el miedo y el dolor. Sin embargo, la disociación puede convertirse en un trastorno emocional que requiere de un tratamiento especializado. En este artículo, hablaremos sobre los grados, síntomas y causas de la disociación, así como de cómo afecta a las personas.

¿Qué es la disociación?

La disociación es un mecanismo de defensa psicológico que desconecta elementos que normalmente están integrados: memoria, conciencia, percepción o identidad. Es un proceso que ayuda a la mente a lidiar con una situación traumática dado que en lugar de experimentar la emoción en el momento presente, el individuo se “desconecta” de su cuerpo emocional y siente la experiencia como si estuviera mirando a través de una “ventana”. Esta forma de defensa es normal hasta cierto punto y la mayoría de las personas experimentan diferentes grados de disociación en sus vidas.

Sin embargo, cuando la disociación se convierte en un mecanismo de defensa crónico, puede convertirse en un trastorno que impacta negativamente en la vida cotidiana de una persona. Por lo tanto, la disociación no sólo puede ser un acto puntual que entra dentro de la normalidad sino que también puede ser un trastorno emocional que requiere de atención profesional para superarlo.

Síntomas de la disociación

Los síntomas de la disociación incluyen lagunas de memoria, anestesia emocional, pesadillas y síntomas psicosomáticos. La disociación puede afectar a la conciencia, a la memoria, a la identidad o a la percepción. Como resultado, los individuos afectados pueden perder recuerdos de acontecimientos importantes, tener dificultades para recordar detalles, tener personalidades en conflicto, sentir que están siendo manipulados o controlados o incluso que son ajenos a su cuerpo o su entorno.

Los síntomas del trastorno disociativo se clasifican en cinco grupos: amnesia, despersonalización, desrealización, confusión de identidad y alteración de identidad.

Amnesia disociativa

La amnesia disociativa implica la imposibilidad de recordar información personal importante, lo que puede afectar a un acontecimiento o a un periodo de tiempo particular. Esto puede ocurrir incluso en personas que han experimentado un cierto grado de disociación, como el estrés postraumático.

Despersonalización

La despersonalización se refiere a sentimientos de extrañeza o falta de familiaridad respecto al yo o al propio cuerpo. El individuo que experimenta la despersonalización puede sentir que está separado o desconectado de su cuerpo.

Desrealización

La desrealización tiene que ver con la percepción de extrañeza del entorno. Los individuos que experimentan la desrealización pueden sentir que el mundo que les rodea es irreal o que están en una especie de niebla.

Confusión de identidad

La confusión de identidad se define como una sensación subjetiva de incertidumbre o perplejidad sobre la propia identidad. Las personas que experimentan la confusión de identidad pueden sentir que algo no está bien en su interior y pueden sentir que sus propios pensamientos, deseos y acciones les son ajenos.

Alteración de identidad

La alteración de identidad se relaciona con personalidades en conflicto y puede darse en casos de trastorno de identidad disociativo (TID). Los individuos que experimentan alteración de identidad pueden sentir que hay varias personas dentro de su cuerpo emocional, cada una con personalidades únicas y distinguidas.

Causas de la disociación

Las causas que influyen en el desarrollo de la disociación son múltiples, siendo las situaciones traumáticas la principal causa. Las situaciones traumáticas incluyen abuso sexual, físico o emocional, negligencia, violencia doméstica, muerte de familiares cercanos y otros eventos estresantes como la guerra. Además, la disociación puede ser un proceso natural cuando el individuo está en condiciones de estrés excesivo, como en la situación de estrés postraumático, en el que la persona no puede soportar más la situación de agobio y, gracias a la disociación, desconecta de la misma.

Situaciones traumáticas

Las situaciones traumáticas pueden generar disociación emocional como mecanismo idiopático de autodefensa, ya que la mente necesita desvincularse de la emoción que la experiencia produce. Esto puede manifestarse en síntomas como la disociación, el retraimiento, el aislamiento y la depresión.

Estrés excesivo

La disociación emocional puede surgir como mecanismo de defensa frente a situaciones inasequibles, generando desconexión mental para no sentir el sufrimiento del momento presente. Eso hace que la persona pueda sentir como si estuviera en una especie de “burbuja” y experimentar sensaciones de desapego con la realidad.

Tipos de disociación

Existen varios tipos de disociación, desde los más “normales” hasta los más graves. La disociación normal es cuando nos abstraemos de nuestros pensamientos mientras realizamos alguna tarea cotidiana como conducir o cocinar. Sin embargo, los grados más severos de la disociación pueden sobrevenir como respuesta a un trauma y corresponder a los trastornos disociativos como el trastorno de despersonalización, el trastorno de identidad disociativo o la fuga disociativa.

Trastorno de despersonalización

El trastorno de despersonalización se caracteriza por la sensación de extrañeza y falta de familiaridad con nuestro cuerpo o acciones. Las personas que experimentan este trastorno pueden sentir que están separados de su cuerpo o que alguien les está mirando. Además, la persona puede perder la capacidad de sentir emociones.

Trastorno de identidad disociativo

El trastorno de identidad disociativo (TID) se caracteriza por la presencia de dos o más estados de personalidad bien definidos que se presentan indistintamente. Un individuo con TID puede sentir como si tuviera varias personalidades o identidades, cada una con su propia forma de pensar y actuar.

Fuga disociativa

La fuga disociativa implica una pérdida temporal de la identidad. Las personas que sufren de fuga disociativa pueden encontrarse en un lugar desconocido y no reconocer su propio nombre o identidad. Este tipo de disociación también puede ser la base de una amnesia disociativa.

Consecuencias de la disociación

Las consecuencias de la disociación varían en cada persona y pueden incluir amnesia disociativa, trastorno de identidad disociativo y trastorno de despersonalización/desrealización. La disociación puede generar problemas psicológicos que afectan la salud física.

Las personas que experimentan disociación pueden sentirse solas, incomprendidas y como si nadie pudiera entenderlas. Pueden sentirse atrapadas en un mundo en el que nadie las escucha ni las atiende y esto puede generar sentimientos de aislamiento y depresión.

Cómo encontrar ayuda

Si sospechas que puedes estar sufriendo algún tipo de disociación, es importante acudir a un profesional de la psicología o psiquiatría. Estos expertos pueden ayudarte a identificar y tratar tus síntomas para que puedas empezar a recuperar el control sobre tu vida.

En Los Cabos, puedes encontrar ayuda con psicólogos en el número telefónico (624) 1043.910, quienes estarán encantados de hablar contigo y ayudarte a encontrar el mejor tratamiento. No te rindas, la disociación es curable y tú también puedes superarla.

Conclusión

La disociación puede tener consecuencias graves en la vida de una persona. Es importante que las personas que experimentan disociación acudan a un profesional para recibir ayuda y tratamiento. Los diferentes tipos de disociación, los síntomas y las causas pueden ser tratados con terapia cognitivo-conductual y otros tratamientos especializados.

No te rindas si estás experimentando disociación, hay ayuda y tratamiento disponibles para ti. El primer paso es reconocer que necesitas ayuda, después buscar un profesional que te oriente y ayude a superar este trastorno. Así podrás volver a disfrutar de tu vida de una manera saludable y plena.