Como era la educación en la época prehispánica

La educación en la época prehispánica es un tema que siempre ha generado interés y curiosidad en todo el mundo. Las culturas prehispánicas de México tenían una educación rigurosa, inmersa en valores cívicos, religiosos y militares, enmarcada en una jerarquía social y con un fuerte enfoque en la moral y la image pública. En este artículo, exploraremos cómo era la educación para hombres y mujeres de las culturas prehispánicas, específicamente en el Imperio Mexica.

La educación prehispánica

La educación en Mesoamérica estaba en manos del estado desde hace miles de años antes que en Europa. Desde tiempos prehispánicos, los adolescentes eran entregados al Calmécac si eran hijos de nobles o al Telpochcalli si eran hijos de plebeyos, donde se les impartía una educación rigurosa y completa. La educación prehispánica tenía objetivos religiosos y bélicos, y se impartía a través de dos entidades: una de orden material, que era la ciudad-estado, y otra espiritual, que era la religión.

La educación formaba parte de la gran cultura desarrollada por los pueblos prehispánicos en general, y los nahuas fueron uno de los pueblos prehispánicos que dejaron más testimonios escritos de su educación y sabiduría. Además de la formación moral e intelectual, se enseñaba el trabajo productivo y las artes, como la danza, canto y música. Los discursos y consejos formaban parte importante de la educación, legitimando y fortaleciendo la ideología y el orden establecido.

La educación por género

La educación en las culturas prehispánicas estaba directamente relacionada con el género y el nivel social de la persona. Los hombres aprendían el trabajo del campo o artesanías, mientras que las mujeres aprendían a cuidar el hogar y preparar los alimentos. Existían escuelas para mujeres, donde se preparaban en función de sus atributos y utilidad pública.

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Las escuelas eran el lugar por excelencia para formar a niños y jóvenes de ambos sexos. La duración de la educación en el Calmécac era de aproximadamente 5 años por grado, y se impartía en separado entre hombres y mujeres. El Calmécac estaba situado junto a los templos y se veía como la casa de penitencia y lágrimas, en donde se criaban los nobles. Los maestros de los nobles eran sacerdotes y ellos se dirigían a ellos con los siguientes términos: “Señores sacerdotes y ministros de nuestros dioses”.

Los Calmécac

El Calmécac era la escuela para hombres nobles. Esta institución tenía un predominante carácter formativo, caracterizada por rudeza, rigidez y disciplina. Los estudiantes debían pasar por ayunos y autosacrificios, y debían conocer a profundidad los ritos religiosos, la astrología y la sabiduría de los antepasados. El Calmécac formaba sacerdotes, jueces, administradores, gobernantes y militares.

Los estudiantes eran seleccionados entre la nobleza y se distinguían por la gran capacidad intelectual que demostraban en sus primeros años de vida. Además, también debían tener ciertas características físicas y psicológicas para poder ingresar al Calmécac. La educación en el Calmécac formaba hombres capacitados y destacados en todos los ámbitos de la vida social de aquella época.

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Las pruebas de rigor

En el Calmécac, los estudiantes debían pasar por una serie de pruebas de rigor para demostrar su valía y adquirir el título de “TLACATIN”. Dichas pruebas consistían en conocer la teología y los ritos religiosos, saber leer y escribir los caracteres jeroglíficos, realizar cálculos matemáticos, conocer la música, la danza y el arte de la guerra.

Los estudiantes debían conocer a la perfección los escritos sagrados y los códices, y debían conocer las profecías y los augurios. Esta educación rigurosa estaba destinada a formar a hombres elegidos por los dioses, preparados para llevar la sabiduría y el conocimiento a toda la sociedad.

Los Telpochcalli

El Telpochcalli era la escuela para los hombres plebeyos. Esta institución tenía un enfoque más práctico en la formación militar, y se esperaba que los jóvenes aprendieran sobre temas cívicos y militares. En el Telpochcalli, los estudiantes tenían una vida más dura que en el Calmécac, y debían hacer actividades prácticas como limpiar la casa y practicar penitencias establecidas.

Los alumnos en el Telpochcalli aprendían a realizar sacrificios humanos, y debían atrapar prisioneros enemigos. Los que atrapaban a más prisioneros tenían el derecho de subir de rango militar. La vida en el Telpochcalli era dura y los jóvenes debían cumplir con todas las tareas y responsabilidades impuestas.

La educación en la vida cotidiana

En la vida cotidiana, la educación estaba a cargo de los padres hasta que los niños ingresaban a las escuelas entre los 10 y 15 años. La educación antes de los 10 años se basaba en el aprendizaje de técnicas de caza, pesca y recolección, así como en el respeto a los dioses y a los antepasados.

Existían prácticas y técnicas, como los sacrificios y penitencias, y la lectura e interpretación de los calendarios ritual y solar. Los oficios eran heredados y adquiridos por los varones a través de sus padres, mientras que las mujeres aprendían de sus madres. Se trataba de sociedades jerarquizadas, donde el origen noble o plebeyo era la base para su posición y funciones.

Los centros culturales

Existían centros culturales donde se enseñaban valores y habilidades relacionadas con el canto, la danza y el arte de la guerra. El Cuicacalli era la casa del canto donde se formaban músicos y se realizaban los encuentros entre jóvenes hombres y mujeres. La música era importante en la cultura y se refería a las bellezas naturales y a los dioses.

En los centros culturales, se enseñaba a los jóvenes cómo comportarse en sociedad y cómo mostrar su nivel de educación con su comportamiento y conocimientos. Había un gran enfoque en la moral y la imagen pública, y se empleaban castigos físicos brutales en caso de faltas como la desobediencia o la mentira.

Conclusión

La educación en las culturas prehispánicas era compleja y morosa. Los importantes centros de educación del Imperio Mexica, el Calmécac y el Telpochcalli, desempeñaron un papel histórico importante. Es importante aprender sobre las culturas autóctonas porque nos permiten conocer nuestras raíces y aspectos culturales que aún prevalecen. Además, es interesante conocer cómo se impartía la educación en aquella época y cómo ésta forjó y definió la cultura y la sociedad en general.