¿Cuáles vías ferroviarias se conservan desde el Porfiriato en México?

Desde el Porfiriato, la red ferroviaria mexicana se expandió de manera espectacular. El gobierno de Porfirio Díaz en el poder de 1876 a 1911, impulsó el desarrollo de esta infraestructura como parte de un proyecto modernizador. Sin embargo, con el inicio de la Revolución Mexicana, muchas de estas rutas y estaciones ferroviarias fueron víctimas de la destrucción y abandono. En este artículo profundizaremos en cuáles vías ferroviarias se han logrado conservar a través del tiempo.

Vías ferroviarias en el Porfiriato

En el Porfiriato, México tuvo un desarrollo importante en la industria ferroviaria. En este periodo, se construyeron cerca de 20 mil kilómetros de vías ferroviarias en el país impulsadas por el presidente Porfirio Díaz. Durante su gobierno la red ferroviaria mexicana alcanzó su máxima extensión y era presentada como un logro importante del régimen.

Entre las líneas ferroviarias más importantes de la época, encontramos a:

  • El Ferrocarril Nacional Mexicano, que enlazaba a la Ciudad de México con Nuevo Laredo.
  • El Ferrocarril Internacional Mexicano, que comunicaba a Durango con Piedras Negras.
  • El Ferrocarril Interoceánico de México, que unía a Veracruz con el puerto de Acapulco.
  • El Ferrocarril Chihuahua al Pacífico, que comunicaba a Chihuahua con Topolobampo.
  • El Ferrocarril Mexicano, que se extendía de Acámbaro a Irapuato para luego bifurcarse a Manzanillo y a Ciudad Guzmán.

Las vías ferroviarias en la Revolución

Durante la Revolución Mexicana, los grupos rebeldes comenzaron a destruir la infraestructura ferroviaria y el material rodante se convirtió en objetivo de los ejércitos contendientes. Los ferrocarriles se convirtieron en botín de guerra de los Constitucionalistas, Convencionistas y Ejército Libertador del Sur. La situación de destrucción-reconstrucción de los ferrocarriles se prolongó durante los 5 años de guerra.

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La destrucción no solo afectó a los ejércitos en pugna, sino también a los civiles, quienes se encontraron ante la imposibilidad de realizar su vida cotidiana. La movilidad del ejército federal fue impedida por los revolucionarios al cortar y destruir las vías férreas.

Vías ferroviarias conservadas

A pesar de los problemas derivados de la Revolución, existen algunas líneas férreas que han sobrevivido hasta nuestros días:

  • Ferrocarril del Pacífico (FCP): Esta línea de tren inaugurada en 1961 por Ferrocarriles Nacionales de México y que se extiende desde Nogales, Sonora hasta Mazatlán, Sinaloa, tuvo origen en el Porfiriato, bajo la razón social “Pacific Railroad of Mexico”.
  • Ferrocarril de Chihuahua al Pacífico (CH-P): Conocido como el “Chepe”, este ferrocarril es uno de los más espectaculares de México. Fue inaugurado el 16 de septiembre de 1961 durante el sexenio de Adolfo López Mateos, en reemplazo de la “Railroad Company of Chihuahua al Pacífico”, creada en tiempos del Porfiriato.
  • Ferrocarril Sonora – Baja California (SBC): El ferrocarril SBC fue inaugurado en 1961 y cuenta con una longitud total de 655 km en su trayecto desde Guaymas a Mexicali, desde donde se accede a Nogales, Arizona, lo que permite conexión con los Estados Unidos. Este Ferrocarril incia su construcción en el Porfiriato, en 1905.
  • Ferrocarril Coahuila y Zacatecas (FC C Y Z): El FC C Y Z es una pequeña línea ferroviaria que, sin embargo, conserva una atmósfera ancestral gracias a su vagón salón “El Chepe Colonial”, un vagón comedor-restaurante con servicios de alta cocina, vinos y bebidas.

Conservación de las vías ferroviarias

Todavía existen algunas vías ferroviarias que se mantienen en uso, como las que hemos mencionado anteriormente. Algunas empresas privadas han asumido la responsabilidad de operar y mantener las rutas, mientras que otras como la del Chepe son manejadas por el gobierno.

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La conservación de las vías ferroviarias se ha convertido en un tema relevante debido a su importancia para la economía del país. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que muchas de las vías y estaciones fueron abandonadas a su suerte durante la Revolución, y es necesario invertir recursos para su restauración y preservación.

Además de su importancia económica, la preservación de las vías ferroviarias es importante para la preservación de la memoria histórica de México. Las líneas férreas son testigos de la historia del país, de las luchas campesinas, de la Revolución y del desarrollo del México moderno.

Preservación de la memoria histórica de México

Existen esfuerzos para preservar y difundir la memoria histórica de México a través de los trenes turísticos que recorren algunas de las rutas ferroviarias históricas. Uno de ellos es el tren “Tequila Express”, que parte desde Guadalajara y recorre la región tequilera de Jalisco. Otro es el Ferrocarril Chihuahua al Pacífico, que cruza la Sierra Tarahumara en uno de los paisajes más bellos de México.

La preservación de las vías ferroviarias es una tarea que involucra a todos los mexicanos. Las rutas ferroviarias son parte importante del patrimonio cultural de México y es nuestra responsabilidad cuidarlas para las generaciones futuras.

Conclusiones

En conclusión, las vías ferroviarias que se conservan desde el Porfiriato en México son una muestra del desarrollo industrial y tecnológico que ha tenido el país en su historia. El legado histórico que ha dejado el ferrocarril en México será siempre un recuerdo vivo de la historia y de lo que fue la Revolución.

La preservación de las vías ferroviarias permitirá que las próximas generaciones puedan conocer y entender mejor su herencia cultural. Cuidar estas rutas es proteger nuestra memoria histórica y es tarea de todos los mexicanos.