La Vida Cotidiana de los Pueblos Mesoamericanos: Un Vistazo a Sus Costumbres y Tradiciones

Desde tiempos inmemoriales, los pueblos mesoamericanos han sido reconocidos por sus logros increíbles en arquitectura, agricultura y arte. Sin embargo, ¿cómo era la vida cotidiana de estas antiguas civilizaciones?

En los pueblos mesoamericanos, el día de nacimiento determinaba la vida y los dioses favorables. Además, a los niños se les ataban dos tablas planas a la cabeza por razones puramente estéticas. La educación de los hijos se desarrollaba en la familia hasta que pudieran trabajar en la agricultura, que era la principal ocupación de los mayas.

Un día típico para los antiguos mesoamericanos comenzaba temprano, alrededor de las 4 am en el campo, con la tarea de cortar árboles con un hacha de piedra. Los troncos se utilizaban para construir cercas y evitar que los venados y tapires se comieran las plantas jóvenes.

La siembra del maíz era una actividad que requería la participación de toda la familia. Cuando el maíz alcanzaba la altura de la rodilla, se sembraba frijol cerca de cada caña de maíz para enriquecer el suelo. La jornada laboral concluía a las 7 pm y la familia se reunía en la casa para comer tortillas de maíz y frijoles negros.

Anúncio

Las casas de los antiguos mesoamericanos eran construidas de palos y barro con techumbre de hojas de palma y podían albergar hasta seis personas. Estas casas eran ubicadas alrededor de las plazas ceremoniales de los centros urbanos mayas, y eventualmente se convirtieron en grandes ciudades como la impresionante Teotihuacán.

Los pueblos prehispánicos en México sabían trabajar la piedra y el barro. La manipulación de esos materiales transformó la vida de los olmecas, teotihuacanos, zapotecos, mayas, toltecas, mixtecos, culturas de Occidente y mexicas.

Los nómadas del norte de México fabricaban cuchillos y puntas de flecha para cazar e imprimían símbolos en piedras. Los pueblos agrícolas también usaban la piedra para hacer metates y hachas, construir pirámides y tallar esculturas.

Anúncio

La vida cotidiana de los pueblos mesoamericanos estaba estrechamente relacionada con su entorno natural y su economía se sustentó en el trabajo humano y en la propiedad y cultivo de la tierra comunitarios. Las principales fuentes de subsistencia fueron la agricultura, la caza y recolección, la pesca, el comercio y el tributo.

La agricultura era especialmente importante para los antiguos mesoamericanos y sus técnicas incluyeron la irrigación de varios tipos, uso de fertilizantes, la coa o bastón plantador, chinampas, terrazas para cultivo, aprovechamiento de las riberas de los ríos y, a veces, siembras en pequeños agujeros excavados en la roca.

El maíz, el frijol, la calabaza y el chile fueron las plantas que dominaron en la agricultura mesoamericana, seguidas del aguacate, el amaranto, la seta y el agave. El maguey fue otro cultivo que se utilizaba en su totalidad, y el nopal se utilizaba al igual que su fruto la tuna para la comida y del insecto cochinilla se extraía un tinte rojizo para colorear telas, murales y códices.

La vida cotidiana de estos antiguos pueblos reflejaba su sentido de la comunidad y su naturaleza colectiva. La tierra pertenecía a todo el pueblo y el usufructo le pertenecía al hombre que la trabajaba.

La obsidiana y pedernal se utilizaban para fabricar herramientas y armas, piedra verde para tallar objetos ornamentales, cinabrio para pintar, pirita para tallar espejos, conchas, caracoles para fabricar trompetas y carapachos de tortuga utilizados como instrumentos de percusión, metates de basalto, herramientas de calcedonia y sílex, pieles de animales y las plumas preciosas de aves exóticas.

Los pueblos mesoamericanos tenían una economía compleja que requería intercambiar productos en todas las regiones. En la etapa clásica el cacao, las mantas y el oro adquieren la función de medios de cambio (“moneda”) y aumentan mucho las evidencias de intercambio.

Los antiguos mesoamericanos también tenían una rica vida cultural, y un aspecto importante de su vida cotidiana incluía la veneración de sus dioses. La barrera ecológica entre Mesoamérica y Aridoamérica presentaba disminución de precipitaciones y recursos agrícolas a medida que se avanzaba hacia el norte. Sin embargo, la atracción por las riquezas agrícolas y minerales motivaba el intercambio, encuentro y migración de grupos humanos con distintas visiones del mundo alrededor.

Los chichimecas eran grupos del norte dedicados a la caza y a la recolección, aunque algunos practicaban agricultura incipiente. Los grupos de cazadores-recolectores del norte incursionaban en las tierras del sur, mezclando culturas y cosmovisiones y dando lugar a aspectos de transculturación y aculturación.

Ce tecpatl Mixcoatl, un conquistador del noroeste, penetró en el Valle de México en el siglo IX d. C. y venció a varios pueblos del Valle de México y de Morelos antes de establecerse en Colhuacán. La resistencia de los guerreros mexicas fue tal que Mixcoatl no pudo avanzar más y terminó aliándose con los mexicas, y con ese pacto, los mixcos se asentaron pacíficamente en la región.

En resumen, la vida cotidiana de los pueblos mesoamericanos se caracterizó por su fuerte conexión con su entorno natural y la importancia de la agricultura para su subsistencia. Su economía compleja requirió intercambio de productos, mientras que su rica vida cultural se caracterizó por la veneración de sus dioses y la fascinación por la alquimia y la escultura. Aunque han pasado muchos siglos, continúa siendo innegable el impacto y la influencia de su legado en la cultura actual.