Los duendes son seres míticos que se cree que habitan en casas y jardines. Se les conoce por ser traviesos y a veces causar problemas a los humanos. Aunque no hay pruebas científicas que demuestren que los duendes existen, hay personas que han declarado haberlos visto u oído ruidos extraños y ver luces misteriosas en el bosque.
En distintas culturas se han desarrollado mitos y creencias sobre cómo convivir (o alejar) a estos seres. En México, por ejemplo, se dice que la forma de ahuyentar a los duendes malignos incluye agua bendita, bebida alcohólica de alta graduación, una baraja de cartas, dados, cáscara de pantano y un espejo. A continuación, repasaremos algunos de los trucos, consejos e historias que existen en torno a estos seres.
Convivir con los duendes
Aunque los duendes pueden ser molestos, algunos creen que no son necesariamente dañinos para el hogar y que pueden incluso traer buenos augurios a los vivientes de ese hogar. Algunos niños se asustan con los duendes ya que solo quieren jugar y hablar.
Se dice que una forma de convivir con los duendes es brindarles hospitalidad y jugar con ellos. Para esto, se les debe dar de beber la bebida alcohólica hasta que se emborrachen y luego pegarles con una cáscara de plátano mientras se les dice que no vuelvan a molestar. Después de golpearlos se deben rezar tres veces el ave María, tres padre nuestro y el salmo 91 para asegurarse de que los duendes no vuelvan a molestar.
Otro secreto para librarse de los duendes es tejer hojas de palmas de palmera y lanzarlas para distraerlos. En algunos lugares, se menciona que se puede evitar la molestia de los duendes haciendo popo en el lugar para que ellos se distraigan con esa sustancia. También se dice que se puede evitar la ira de los duendes, haciendo ciertos ritos, ofreciendo sacrificios y cazando animales solo para subsistencia.
Ahuyentar a los duendes con trucos caseros
Para ahuyentar a los duendes, se pueden usar algunos trucos caseros. Algunas hierbas y especias como el tomillo, romero, albahaca, canela, ajo y sal tienen propiedades repelentes para los duendes y pueden ser usadas para ahuyentarlos.
Las velas de cera de abeja, sándalo o menta tienen una larga historia de uso para ahuyentar a los duendes y pueden ser colocadas en los rincones de la casa. Los aceites esenciales como el de menta, lavanda, árbol de té y ciprés también tienen propiedades repelentes para los duendes y pueden ser mezclados con agua y rociados en los rincones de la casa.
Los sonidos fuertes como una campana, trompeta o bocina pueden ser efectivos para ahuyentar a los duendes. Los amuletos como una cruz, estrella de David, estatua de un ángel o diosa también pueden ser efectivos para ahuyentar a los duendes y pueden ser colocados en los rincones de la casa.
En algunos lugares de México, se presenta un truco para alejar los duendes. Se necesitan elementos como agua bendita, un litro de tequila o whisky, una baraja, unos dados, un espejo, unas canicas, entre otros. Se recomienda rezar 3 veces el Ave María, 3 veces el Padre Nuestro y el Salmo 91 en conjunto del primer truco.
Qué NO hacer para ahuyentar a los duendes
Aunque existen muchos consejos y trucos que pueden ser efectivos para ahuyentar a los duendes, hay algunos que son puras creencias populares y que no tienen ninguna base en la realidad.
Por ejemplo, se dice que tener una casa sucia y desordenada con olores fuertes ayuda a ahuyentar a los duendes. Sin embargo, esto puede ser contraproducente, ya que los duendes prefieren los lugares limpios y ordenados.
También se recomienda vestir toda la ropa al revés para que los duendes se confundan. O si alguien muere, se cree que si la persona ha sido malvada en vida, entonces después de la muerte se convertirá en duende y se quedará atrapado en la casa que ha habitado. Sin embargo, estas creencias no tienen ninguna evidencia.
Más allá de los duendes
Si bien los duendes pueden parecer seres mágicos y misteriosos, en última instancia son parte de la riqueza cultural de una comunidad. En algunos lugares, la figura de los duendes se ha utilizado para transmitir valores, lecciones y moralejas a través de cuentos y leyendas.
Por otro lado, algunas comunidades han utilizado la figura de los duendes para explicar fenómenos naturales, como los sonidos extraños en el bosque o las subidas y bajadas del río. En estos casos, los duendes son una forma de conectar al ser humano con su entorno natural y de comprender mejor el mundo que los rodea.
En definitiva, aunque parece que no existen pruebas fehacientes sobre la existencia de duendes, estos seres fantásticos siguen siendo objeto de creencias, historias y misterios en muchas partes del mundo. Ya sea que se quiera convivir con ellos o ahuyentarlos, lo importante es respetar las creencias de cada comunidad y valorar la riqueza cultural que encierran.
