¿Qué presión debe tener un sistema contra incendios?

La presión adecuada es clave para un sistema contra incendios efectivo. Ya sea para un rociador automático o un sistema de mangueras, contar con la presión adecuada es fundamental para garantizar una rápida respuesta y la extinción del fuego. La falta de presión, o una presión insuficiente, puede poner en peligro a las personas y propiedades afectadas.

Presión adecuada para rociadores automáticos

Uno de los sistemas más comunes de prevención contra incendios son los rociadores automáticos. Estos sistemas de protección están diseñados para detectar y extinguir el fuego en un área específica antes de que se propague a otras zonas del edificio. Pero, ¿a qué presión debe estar el sistema de rociadores automáticos?

En primer lugar, es importante tener en cuenta que existe una presión mínima operativa para los rociadores. Pero esa presión no debe considerarse como una guía para la presión de trabajo o prueba durante el cálculo. La presión mínima de diseño de un rociador se asocia con el caudal requerido de acuerdo al riesgo que se protege, la cobertura y el K del rociador.

En general, la presión máxima de trabajo para la mayoría de los rociadores estándar es de 175 psi. La presión de prueba hidrostática debe ser de 200 psi por dos horas para tubería exterior o 50 psi por encima de la presión de trabajo, con un mínimo de 200 psi. La NFPA 13 establece la regulación de la presión por encima de la presión máxima de trabajo en el sistema.

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Presión adecuada para sistemas de mangueras contra incendios

Los sistemas de mangueras contra incendios son otra opción popular para la prevención y extinción de incendios. Sin embargo, el caudal requerido para los sistemas de mangueras es muy diferente al de los rociadores. Por lo tanto, ¿cuál es la presión adecuada para los sistemas de mangueras de incendios?

La norma NFPA 14 establece los requisitos para los sistemas de mangueras contra incendios. Para sistemas de mangueras clase I y clase III, se requiere un caudal de 250 gpm en la conexión de manguera más remota en el montante más remoto, y 250 gpm en la segunda conexión más remota en dicho montante.

Para sistemas de mangueras con “montantes horizontales” que suministren a 3 o más conexiones de manguera en cualquier nivel, el caudal mínimo para el montante horizontal más remoto debe ser de 750 gpm.

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El caudal máximo para sistemas de mangueras depende si la edificación cuenta con protección total por un sistema de rociadores o no. Si cuenta con protección total con rociadores, el caudal máximo del sistema de mangueras es de 1000 gpm. Para edificaciones sin rociadores o que tienen protección parcial con rociadores, el caudal máximo del sistema es de 1250 gpm.

Es importante recordar que estos son solo requisitos mínimos; cada edificio y situación puede presentar requisitos de presión específicos. Por ejemplo, en edificios de más de 7.432 m2 (80.000 pie2) de área por piso, la demanda de caudal es de 500 gpm en los dos montantes más remotos.

Cálculos hidráulicos

Los cálculos hidráulicos son fundamentales para determinar la presión adecuada en un sistema contra incendios. Estos cálculos buscan validar los valores de caudal prescrito a la presión mínima requerida por la normativa pertinente. De esa manera, se puede asegurar que el sistema cumpla con los requisitos de seguridad necesarios.

La NFPA, Asociación Nacional de Protección contra Incendios, surgió en Estados Unidos en 1896. Desde entonces, esta organización ha establecido normas para la prevención y protección contra incendios. Los estándares conocidos como National Fire Codes son recomendaciones de prácticas seguras en el control de incendios.

Para la verificación de un sistema de protección contra incendios, es fundamental fundamentarse en la normatividad establecida. Se deben realizar pruebas de presión del sistema a 200 PSI o 50 PSI por encima de la presión de diseño. Los contratistas deben llenar la forma de materiales y pruebas antes de la inspección. Las fugas visibles en cualquier elemento del sistema se consideran como fugas, independientemente del flujo de perdida mínima.

Aspectos específicos de los sistemas de protección contra incendios

Además de la presión, existen otros aspectos específicos que se deben tener en cuenta para garantizar que un sistema de protección contra incendios sea efectivo. Algunos de ellos son:

Tuberías y soportes

La tubería y los soportes son fundamentales para un sistema contra incendios efectivo. La tubería en trincheras debe tener descubiertas las uniones durante la prueba hidrostática. Cada hidrante y válvula de control debe ser operada para confirmar el correcto funcionamiento. Se debe realizar el flushing a las tuberías enterradas previo a conectar los cabezales del sistema.

Los soportes de la tubería no deben ser no ferrosos y se sugiere inspeccionar al menos un 10% de la soporteria de acuerdo a los planos aprobados. La profundidad de la tubería enterrada debe cumplir con la norma 13-10.4. La tubería enterrada no debe reposar sobre las campanas y no debe haber material extraño bajo los tubos. Las válvulas de corte de drenaje y prueba deben tener señales de identificación y estar hechas de material resistente a la intemperie.

Rociadores

Los rociadores son uno de los componentes más importantes en un sistema de protección contra incendios. Se deben instalar rociadores nuevos y listados, no debiendo haber rociadores pintados. Se debe revisar los tipos de válvulas instaladas. La instalación del sistema debe estar libre de obstrucciones al desarrollo del rociador. Se debe inspeccionar las holguras de la tubería al pasar muros.

Los rociadores hacia arriba deben instalarse con sus brazos paralelos a la tubería. Se deben revisar las distancias máximas y mínimas entre rociadores. Se debe revisar la distancia máxima a las paredes. Se debe revisar la distancia mínima entre sprinklers. Se debe revisar la distancia mínima y máxima de rociador a techo.

Llaves especiales y letreros

Para un mejor control y mantenimiento del sistema contra incendios, se deben establecer letreros en todos los risers para establecer las condiciones del riser y otro en la toma de bomberos que especifique el tipo de sistema y la presión de operación. Debe guardarse un juego de rociadores de repuesto. Los rociadores de repuesto deben ser del mismo tipo y temperatura que los del sistema. Se debe guardar una llave especial de rociadores para su sustitución en el armario donde se guardan los rociadores de repuesto.

Conclusión

En resumen, para que un sistema contra incendios sea efectivo, es fundamental contar con la presión adecuada. Ya sea para rociadores automáticos o sistemas de mangueras contra incendios, cada sistema tiene necesidades de presión específicas. Adicionalmente, otros aspectos como las tuberías, los rociadores, las válvulas y los letreros son igual de importantes para garantizar un sistema completo y bien mantenido.

Para un control de calidad y mantenimiento efectivo, es necesario seguir los estándares establecidos por organizaciones como la NFPA y realizar pruebas de presión y verificación periódicas. De esa manera, podemos estar seguros de que los sistemas de protección contra incendios están funcionando correctamente y manteniendo a las personas y propiedades seguras.