Qué es el hilemorfismo: Ejemplos y explicación

El hilemorfismo es una teoría filosófica que fue ideada por Aristóteles y es seguida por muchos escolásticos. Esta teoría sostiene que toda sustancia (ousia) se compone de dos principios esenciales: la materia y la forma. Pero, ¿qué significa esto en la práctica? Exploraremos qué es el hilemorfismo y ejemplos para comprenderlo mejor.

Materia y forma

Para entender el hilemorfismo, es importante comprender los dos principios esenciales que lo conforman: la materia y la forma. La materia es la “naturaleza” de una cosa, es decir, su sustrato físico. La forma, en cambio, es la “esencia” de la cosa, es lo que la hace ser lo que es.

Por ejemplo, si tomamos una mesa de madera, la madera es la materia de la mesa mientras que la forma es la estructura y diseño de la mesa en sí. También podemos pensar en el agua: la materia sería las moléculas de H2O y la forma sería su fluidez y capacidad de adaparse a cualquier recipiente.

Acto y potencia

Una de las ideas claves del hilemorfismo es que todo ser está en acto y potencia. Esto significa que están actualmente en una forma pero tienen la posibilidad de cambiar a otra.

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Un ejemplo para entenderlo mejor es el de una semilla. La semilla es la forma en potencia de una planta, ya que tiene la capacidad de convertirse en una planta pero aún no ha llegado a serlo todavía. Cuando la semilla germina y crece en una planta, entonces la semilla pasa de potencia a acto.

Naturaleza de los seres vivientes

El hilemorfismo también intenta explicar la naturaleza de los seres vivos. Al ser una teoría que se enfoca en la composición de las sustancias corpóreas, es natural que se pregunte cómo se aplica a los seres vivos.

Aristóteles creía que la combinación de los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego) explicaba la variedad de cosas en el mundo, incluyendo los seres vivos. Según él, los seres vivos están compuestos por la “forma” peculiar al tipo de ser vivo y la materia que la sostiene.

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Sustancias y accidentes

La idea de sustancia es fundamental en el hilemorfismo. Es aquel ser independiente al que se le predican los atributos o “accidentes”. Por ejemplo, el ser humano es una única sustancia compuesta de alma y cuerpo, que se relacionan como forma y materia.

Los accidentes, en cambio, son aquellos atributos que pueden cambiarse sin alterar la substancia. Un ejemplo sería el color de un objeto: podemos cambiar el color de una silla de verde a azul y seguirá siendo la misma silla.

Categorías del ser

Otro aspecto importante del hilemorfismo son las categorías del ser. Aristóteles identificó diez categorías del ser, que son: sustancia, cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, acción, pasión, posición y estado. Estas categorías son una herramienta para comprender y clasificar diferentes aspectos de la realidad.

Por ejemplo, si analizamos una persona, podemos decir que es una sustancia (compuesta de alma y cuerpo), tiene una cantidad (peso, altura), cualidades (inteligente, carismático), relaciones (familiares, sociales), un lugar (donde se encuentra físicamente), un tiempo (fecha de nacimiento, edad), acciones (lo que hace), pasiones (lo que siente), posición (de pie, sentado) y estado (saludable, enfermo).

Ejemplos de Hilemorfismo

Ahora que hemos entendido los conceptos fundamentales del hilemorfismo, podemos analizar algunos ejemplos para aplicarlos. Uno de los ejemplos más comunes es el de una estatua de bronce.

La materia de la estatua de bronce es el bronce en sí mismo. Pero, ¿qué es lo que convierte al bronce en una estatua de bronce? Para Aristóteles, el agente que hace posible que el bronce se convierta en estatua es el mismo hombre que es considerado a su vez causa eficiente de la estatua. En otras palabras, es el escultor quien da la forma a la materia del bronce.

Otro ejemplo común es el de una planta. La materia serían sus hojas, tallos y raíces, mientras que su forma sería su capacidad de realizar fotosíntesis, de crecer, de florecer y producir semillas. La capacidad de la planta para cambiar de estado, como envejecer y morir, también estaría contemplada según la teoría del hilemorfismo.

La crítica al platonismo

El hilemorfismo ha sido interpretado como una respuesta al platonismo, ya que la doctrina de Platón no postulaba la existencia de una “unidad” entre forma y materia.

Platón creía que las formas eran las entidades “reales” y que lo material era sólo una manifestación temporal de lo que verdaderamente importaba en el Universo. Por contraste, para Aristóteles, la forma no existía absolutamente sin la materia.

Tomás de Aquino y el hilemorfismo

Uno de los filósofos más importantes que ha trabajado en torno al hilemorfismo ha sido Tomás de Aquino. Este teólogo católico desarrolló su postura acerca del hilemorfismo y sostenía que el alma era la única forma sustancial de un objeto, mientras que los otros rasgos eran formas accidentales.

Según Aquino, la forma sustancial del ser humano es su raciocinio y las demás características son formas accidentales. La combinación de materia y forma, según él, es lo que permite la unicidad de cada ser.

Eleonore Stump y la configuración

La teoría de Aquino ha sido criticada y reevaluada a lo largo de la historia. Algunos filósofos contemporáneos, como Eleonore Stump, han adoptado el término “configuración” para explicar el hilemorfismo.

Según Stump, la configuración es un término más preciso que la forma porque reconoce que los rasgos accidentales son también parte del ser. La configuración es la composición de la materia y forma, junto con los accidentes que caracterizan al objeto. Además, esta teoría busca alejarse de la concepción platónica de las formas eternas y universales.

Conclusiones

En conclusión, el hilemorfismo es una teoría filosófica que busca explicar cómo las sustancias corpóreas están compuestas. La materia, la forma, los seres en potencia y acto, las sustancias y accidentes, las categorías del ser y ejemplos concretos son todos elementos que conforman esta teoría.

La teoría del hilemorfismo contrasta enormemente con la teoría de las ideas de Platón pero ha sido adoptada y modificada a lo largo de la historia por muchos filósofos. Seguirá siendo motivo de discusión y análisis para comprender mejor el mundo que nos rodea.