¿Qué significa la hospitalidad según la Biblia?

La hospitalidad es una virtud valiosa que se menciona en la Biblia y que se extiende a través de las culturas orientales. Esta cualidad se define como la disposición de recibir y tratar a los invitados de forma cálida, amistosa y generosa. La hospitalidad también se refiere a la buena acogida que se les hace a los extranjeros o visitantes.

Para los cristianos, la hospitalidad es un deber cristiano general y debe ser ejercido según Pablo en Romanos 12:13: “Compártanle al necesitado con generosidad, practiquen la hospitalidad”.

La hospitalidad en la Biblia

A lo largo de la Biblia, la hospitalidad se menciona en varias ocasiones a través de distintos ejemplos. No se trata únicamente de un acto de amabilidad, sino de una virtud que involucra la generosidad y la preocupación por los demás, especialmente por aquellos que se encuentran lejos de casa y necesitados.

La historia de Rebeca es un ejemplo de hospitalidad en la Biblia, al darle agua al siervo de Abraham y sus camellos, y como recompensa recibió adornos de oro (Génesis 24:32-47). La historia de José también muestra un ejemplo de hospitalidad cuando recibió a sus hermanos en Egipto (Génesis 43:15-34).

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En el Nuevo Testamento, se habla de hospitalidad cuando Jesús se hospedó en la casa de Zaqueo, quien y su familia fueron salvados por haber recibido a Jesús (Lucas 19:1-10).

La hospitalidad como obligación cristiana

La hospitalidad se define como una virtud y obligación hacia los forasteros. La estancia de los enfermos en el hospital también se define como hospitalidad. En la definición bíblica de hospitalidad, el huésped debía ser tratado como de honor, suministrándole agua, alimento y lugar para dormir.

En la Biblia, no se menciona mucho la palabra “hospitalidad”, pero se muestra a través de distintos ejemplos. Abraham, Lot, y Eliseo son algunos de los personajes mencionados en la Biblia que practicaron la hospitalidad con ángeles sin saberlo.

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En el libro del Génesis, se relata la humilde y generosa muestra de hospitalidad de Abraham hacia los visitantes inesperados quienes resultaron ser el Señor y dos ángeles.

La hospitalidad en el Nuevo Testamento

En el Nuevo Testamento, se mencionan textos que aconsejan a los cristianos a ser hospitalarios y practicar la filoxenia. La palabra griega que se traduce como “hospitalidad” en el Nuevo Testamento significa literalmente “amor a los extranjeros”.

En Hebreos 13:1-2, se lee: “No se olviden de la hospitalidad, porque algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”. En el Evangelio de Mateo, Jesús nos habla del comportamiento hospitalario de los que heredarán el reino: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me recogisteis”(Mateo 25:35).

La hospitalidad como don del Espíritu Santo

La hospitalidad es un don del Espíritu Santo mencionado en la Biblia en Romanos 12:9-13, Hechos 16:14-15, y Hebreos 13:1-2. Esta habilidad especial dada por Dios a ciertos miembros del cuerpo de Cristo para proveer una casa abierta y una bienvenida cálida a aquellos que están en necesidad de alimento y alojamiento.

En 1 Timoteo 3:1 y Tito 1:8, se menciona que la hospitalidad es algo que debe caracterizar a los pastores: “Porque es necesario que el obispo sea irreprensible como administrador de Dios, no arrogante, no iracundo, no dado al vino ni pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino hospitalario, amigo del bien, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo…”. La hospitalidad es una virtud muy apreciada en la antigüedad, especialmente para los líderes cristianos.

La hospitalidad en la vida cristiana

La hospitalidad es una virtud que se ordena y elogia en las Escrituras. Cuando se muestra hospitalidad, se honra a Dios, y se sigue el mandato de amar al prójimo y mostrar misericordia como lo hizo Cristo. “Porque fui forastero, y me recibisteis…” (Mateo 25:35-40).

En la actualidad, mostrar hospitalidad puede ser más difícil debido a la vida agitada y estresante de la sociedad moderna. Sin embargo, los cristianos pueden practicar la hospitalidad en pequeñas formas, como invitar a alguien para una taza de café, o acoger a alguien en su hogar.

También, la hospitalidad puede ser una forma poderosa de hacer evangelismo. Al tratar a los demás con afecto y generosidad, se pueden cultivar relaciones que puedan dar lugar a compartir la fe cristiana.

La hospitalidad como amor a los extraños

La hospitalidad se menciona en la Biblia, y también en culturas orientales en general, como una virtud y obligación hacia los forasteros. Por ende, se hace hincapié en la importancia de proteger y ser hospitalarios con los extranjeros y forasteros, recordando que los israelitas también fueron forasteros en Egipto (Éxodo 23:9).

La hospitalidad como parte de la vida de Cristo

En la vida de Cristo, la hospitalidad jugó un papel importante. Durante Su ministerio público, Jesús y Sus discípulos dependían totalmente de la hospitalidad de los demás mientras ejercían su ministerio de ciudad en ciudad. Los primeros cristianos también dependían de la hospitalidad de otros, especialmente debido a la falta de posadas. También compartían sus hogares para servicios religiosos.

En Resumen, la hospitalidad es una virtud y obligación cristiana que implica dar la bienvenida a los forasteros. Es una habilidad especial dada por Dios a ciertos miembros del cuerpo de Cristo para proveer una casa abierta y una bienvenida cálida a aquellos que están en necesidad de alimento y alojamiento. Al mostrar hospitalidad, se honra a Dios y se sigue el mandamiento de amar al prójimo y mostrar misericordia como lo hizo Cristo.

¿Y tú, cómo estás practicando la hospitalidad en tu vida?