¿Qué significa hipocresía según la Biblia? Descubre su condena y significado

La hipocresía es uno de los temas más recurrentes en las Escrituras, y su significado ha sido objeto de debate y reflexión por parte de creyentes y no creyentes por igual. En este artículo, exploraremos el significado bíblico de la hipocresía, su relación con la condena de Dios y el llamado a la santidad para los seguidores de Cristo.

La hipocresía en la Biblia: Condena y significado

El término “hipócrita” viene del griego “hy·po·kri·tes”, que se refiere a un actor. En la Biblia, la hipocresía está condenada y se describe como la acción de pretender ser lo que no se es. La hipocresía también se relaciona con la falta de armonía entre las palabras y las acciones de una persona. El término “ja·néf” en hebreo también se suele traducir como “hipócrita”. En las Escrituras, “ja·néf” se refiere a alguien que es deshonesto o impío, y se contrasta con los rectos e inocentes. El hipócrita es descrito como alguien que finge o esconde sus verdaderos pensamientos, actitudes o intenciones.

La condena del hipócrita en la Biblia

Jesús en la Biblia condena la hipocresía y llama hipócritas a aquellos que dan dones de misericordia para ser vistos por los hombres, los que oran y ayunan para ser vistos por los demás, y los que encuentran defectos en otros pero no corrigen sus propios defectos. La hipocresía también se describe como iniquidad o astucia en las Escrituras.

En el Nuevo Testamento, Jesús la utilizó muchas veces, en especial al dirigirse con a los escribas y fariseos. Los fariseos eran bien versados en las escrituras y celosos para cumplir cada letra de la ley, pero Jesús denunció su comportamiento en términos muy claros. En Mateo 23, Jesús les expresa:

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“¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpian el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de injusticia.”

En lugar de buscar la verdadera santidad, los fariseos aparentaban ser santos y ordenados externamente pero estaban llenos de corrupción internamente. Jesús les hizo frente de esta manera debido a que el hipócrita puede parecer justo externamente, pero es una fachada. La verdadera justicia proviene de la transformación interna del Espíritu Santo.

La hipocresía en la vida diaria

Pero la hipocresía no se limita a los escribas y a los fariseos en la Biblia. La hipocresía puede ocurrir entre creyentes y no creyentes en la actualidad. La hipocresía es el acto de afirmar creer en algo, pero actuar de manera diferente, expresándose en actos discordantes con nuestras palabras. Esta es una forma de ser falso, y en la Biblia, la hipocresía se relaciona con adjetivos como profano, inicuos, malhechores, malvados, perversos o impíos.

¿Es apropiado hablar de otros creyentes en su ausencia o en forma despectiva, y al mismo tiempo orar sinceramente ante Dios por ellos? ¿Es apropiado considerarse piadoso y esconder al mismo tiempo pecados secretos? ¿Es apropiado tomar una postura contra el pecado y aparentar una rectitud externa y, sin embargo, ser inhumano, frío y distante con los demás?

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Jesús y los fariseos

Jesús en Su ministerio terrenal tuvo muchos enfrentamientos con los líderes religiosos de la época, los fariseos. Los fariseos y escribas son mencionados como hipócritas ya que acostumbraban a exhibir públicamente sus actos de bondad, oración y ayuno para aparentar una supuesta rectitud y superioridad. En Mateo 7, Jesús los critica por fijarse en los pequeños errores de los demás mientras ignoraban sus propios errores más grandes:

“¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?”

A pesar de afirmar conocer muy bien las escrituras, no fueron capaces de reconocer a Jesús como el Mesías prometido. En varias ocasiones buscaron la manera de eliminar a Jesús y lo llamaron hipócrita cuando le preguntaron si se debía pagar los impuestos romanos para ponerlo a prueba.

La otra forma de hipocresía

Jesús aborda la otra forma de hipocresía en el sermón del monte. La hipocresía puede manifestarse como orgullo y autosuficiencia. Es fácil que alguien que haya crecido en la iglesia y tenga una formación sólida en la Escritura caiga en la trampa de juzgar a otros que no han tenido la misma oportunidad. En Mateo 7, Jesús advierte:

“¿Por qué ves la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: ‘Déjame sacarte la paja de tu ojo’, cuando hay una viga en el tuyo?”

En otras palabras, Jesús nos está diciendo que no seamos tan orgullosos y convencidos de nuestra propia bondad, como para juzgar a otros por pequeñas cosas sin reconocer que tenemos nuestras propias fallas y defectos. Antes de juzgar, necesitamos examinar nuestras propias vidas y trabajar en nuestros propios problemas.

Cómo evitar la hipocresía en nuestra vida diaria

Como hijos de Dios, estamos llamados a esforzarnos por la santidad. Debemos “aborrecer lo malo” y “seguir lo bueno”. Todo lo que hacemos debe ser coherente con lo que creemos y lo que somos en Cristo. Es importante que nuestras palabras y nuestros actos vayan en consonancia, y que no nos dejemos llevar por la influencia de la sociedad, nuestros amigos o nuestras pasiones. Si queremos evitar la hipocresía en nuestra vida diaria, necesitamos estar firmes en nuestra fe y seguir la guía del Espíritu Santo.

La importancia del amor

No se puede decir que se ama a Dios si no se ama a los hermanos. El amor debe ser “sin fingimiento”. Debemos amar a nuestro prójimo de verdad, no solo cuando nos ven, sino también cuando no lo hacen. Debemos demostrar el amor de Dios a través de nuestras acciones.

Conclusión

La hipocresía es un tema importante en la Biblia, y se relaciona con la condena de Dios a aquellos que se hacen pasar por algo que no son. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento condenan la hipocresía y nos instan a buscar la santidad y la justicia en nuestras vidas diarias. Es importante que evitemos la hipocresía en nuestras acciones y en nuestras palabras, y que sigamos el ejemplo de Jesús al amar a nuestro prójimo de manera sincera y sin fingimientos. La hipocresía es una tentación constante para todos, por eso debemos estar alerta y pedir la guía del Espíritu Santo para ayudarnos en este camino de fe.

¿Te has sentido alguna vez tentado por la hipocresía? ¿Cómo has superado esta tentación? ¿Crees que es posible vivir libre de hipocresía en nuestra sociedad actual? Son preguntas importantes que debemos seguir reflexionando y respondiendo a lo largo de nuestra vida.