La compasión es una virtud cristiana que implica sentir pena por el sufrimiento de los demás y tener una actitud de solidaridad y ayuda hacia ellos. En la Biblia, encontramos múltiples referencias sobre la compasión, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Dios es la raíz y el fundamento de toda verdadera compasión, y la compasión de Dios se relaciona con su misericordia, bondad, paciencia, gracia, amor y perdón.
La compasión de Dios en la Biblia
En la Biblia, encontramos múltiples referencias sobre la compasión de Dios. El Antiguo Testamento pide tener compasión con los demás en diversas situaciones, como en Deuteronomio 7:16 y Proverbios 19:17. A lo largo de los Salmos, se expresa la necesidad de la compasión de Dios. Por ejemplo, en Salmos 51:1, se dice: “Ten misericordia de mí, oh Dios, conforme a tu amor inagotable; conforme a tu gran compasión, borra mis transgresiones”. Y en Salmos 103:13, se compara la compasión de Dios con la de un padre: “Como el padre se compadece de los hijos, se compadece el Señor de los que le temen”.
En el Nuevo Testamento, la compasión se menciona en múltiples ocasiones. Jesús es Dios en la carne y experimentó la vida humana, siendo capaz de empatizar plenamente con nosotros. La compasión de Cristo se puede ver claramente en las narraciones del Evangelio. Por ejemplo, en Marcos 6:34, se dice: “Cuando Jesús desembarcó y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas”.
La compasión de Dios lo llevó a proveer un sacrificio por nuestra culpa enviando a su Hijo a morir por nuestros pecados. Como se menciona en Juan 3:16, “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”.
El significado bíblico de la compasión
La compasión es definida como empatía y preocupación por el sufrimiento de los demás. Las palabras griegas y hebreas traducidas como “compasión” en la Biblia hablan de tener misericordia o ser movidos a una piedad empática. En griego, la palabra “elixos” se traduce como “misericordia” o “pena” en algunos casos.
La verdadera compasión abarca tanto un sentimiento de empatía como una acción positiva para aliviar el sufrimiento del que somos testigos. Como se menciona en Santiago 2:15-16, “Si un hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario, y uno de vosotros les dice: ‘Id en paz, calentaos y saciaos’, pero no les dais lo que necesitan para su cuerpo, ¿de qué sirve?”.
Compasión espiritual
La compasión no se limita únicamente a la ayuda material o física. La compasión espiritual es otro aspecto importante de la compasión cristiana. La compasión espiritual consiste en orar, ayudar y acompañar a los demás en su vida espiritual. Es importante tener compasión espiritual hacia aquellos que no comparten la fe, para poder compartir el evangelio con ellos. Como se menciona en 1 Pedro 3:8, “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables”.
Tener un corazón compasivo
En las Escrituras se nos ordena tener corazones compasivos al relacionarnos con nuestros compañeros cristianos y con aquellos que aún tienen que oír el evangelio y creer en Cristo. La compasión es una forma de mostrar el amor de Dios a los demás. En Colosenses 3:12, se dice: “Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de profunda compasión, de bondad, humildad, mansedumbre y paciencia”.
La compasión no es solo una opción, sino un mandato de Dios para todos los creyentes. Como se menciona en Efesios 4:32, “Más bien, sean amables y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”.
Reflexiones finales
La compasión es una virtud cristiana que nos llama a tener una actitud de ayuda hacia los demás, tanto en su dimensión material como espiritual. La compasión es un reflejo del amor de Dios hacia nosotros y una manera de llevar Su amor a los demás. Al demostrar compasión verdadera, podemos mostrar a los demás el amor y la bondad de Dios.
Al meditar en las Escrituras, podemos ver la infinita compasión de Dios hacia nosotros y hacia los demás. Él nos llama a tener corazones compasivos y a encontrar maneras de aliviar el sufrimiento de aquellos que nos rodean. La compasión no es solo una expresión de nuestra humanidad, sino una manifestación del amor de Dios hacia nosotros.
¿Qué significa ser una persona compasiva? Ser compasivo es tener la capacidad de reconocer y querer aliviar el sufrimiento ajeno. La compasión no se limita a la ayuda material, sino que también se extiende a la ayuda espiritual que podemos proporcionar a aquellos que necesitan conocer el amor de Dios. La compasión es un mandato de Dios para todos los cristianos, pero también es una llamada a ser una luz y un refugio para aquellos que experimentan el sufrimiento en el mundo.
La compasión tiene la capacidad de transformar a las personas y a las comunidades. ¿Cuál es el papel que la compasión puede desempeñar en su vida y en su comunidad? ¿Cómo puede mostrar la compasión de Dios a los demás? Medite en estos pensamientos mientras trabaja para demostrar la compasión a los que lo rodean.
