Qué significa prevaricación según la Biblia: Un pecado que no quedará impune

La prevaricación, como crimen y pecado, tiene profundas raíces en la Biblia cristiana y en sus interpretaciones a lo largo de los siglos. Este acto de corrupción y falta de sinceridad es considerado uno de los peores males posibles. La prevaricación consiste en transgredir la norma y violar a consciencia un compromiso previamente establecido. Dios castiga con fuerza este comportamiento pecaminoso. En este artículo veremos en detalle qué significa prevaricación según la Biblia, cuáles son sus diferentes interpretaciones y qué castigo se establece en la Ley de Dios para quienes cometen este delito y pecado.

La importancia de los términos en la Biblia cristiana

La Biblia cristiana está llena de términos que a menudo resultan complicados de entender, no sólo por el lenguaje que se utiliza, sino también por las diferencias culturales e históricas que existen entre la época en que se escribió la Biblia y la actualidad. Por esta razón, es importante entender correctamente los términos que aparecen en la Biblia cristiana.

Los términos relacionados con la prevaricación en la Biblia cristiana

En la Biblia cristiana se utilizan varios términos relacionados con la prevaricación, como impiedad, iniquidad, pecado y transgresión. Estos términos aparecen en diferentes pasajes de la Biblia, y aunque pueden parecer sinónimos, tienen matices diferentes que es importante comprender.

Los versículos bíblicos sobre la prevaricación

Los versículos 14:17 de Job, 8:13 de Daniel y 9:24 de Daniel mencionan la prevaricación y sus consecuencias. En el versículo 14:17 de Job, se habla de un saco que sella la p (posiblemente pecado), y el versículo 8:13 de Daniel, quien se pregunta cuánto tiempo durará la p (posiblemente la iniquidad) asoladora. En Daniel 9:24 se habla de poner fin a la p (posiblemente la transgresión) y al pecado.

La definición de la palabra “pecado”

Según el Diccionario de la Biblia Cristiano, el pecado es la violación de un compromiso por parte de quien ha jurado o prometido cumplirlo, y supone falta legal con claridad de intención y conocimiento de causa, incluyendo la profanación de un compromiso adquirido y con proyección social.

La opinión de Pedro Chico González

El autor Pedro Chico González, en su Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, define la prevaricación como la intención de faltar al deber o de pervertir las leyes y normas de Dios y el hombre.

Relación entre la prevaricación y el delito de prevaricación

La prevaricación, como pecado, es considerada una grave falta. Pero además, la prevaricación es un delito que solo puede ser cometido por un miembro activo de la administración pública. La prevaricación consiste en dictar una resolución injusta a sabiendas de su injusticia. Es un delito especial y solo puede ser cometido por una autoridad pública, funcionario o juez. En cambio, cualquier persona puede cometer un pecado de prevaricación.

La prevaricación en la justicia

La prevaricación judicial está contemplada en el artículo 446 de los delitos contra la Administración de Justicia. Este artículo establece que un juez que dicta una resolución arbitraria a sabiendas de su injusticia será castigado con la misma pena que se le impondría al reo en cuyo proceso hubiere prevaricado. La prevaricación judicial es un delito que se castiga con privación de libertad de cinco a diez años según el artículo 173 del Código Penal.

Los tipos de prevaricación

Hay dos tipos de prevaricación: por acción y por omisión. Se considera prevaricación por acción cuando un juez emite fallos que van en contra de las normas jurídicas o que favorecen intereses particulares. La prevaricación por omisión, por otro lado, se produce cuando un juez debería emitir una sentencia o realizar una acción, pero no lo hace.

La relación entre prevaricación y cohecho

La prevaricación y el cohecho, que consiste en sobornar a un funcionario público o juez, son delitos que a menudo están relacionados. El delito de cohecho se comete cuando se convence a otro para cometer prevaricación.

El origen de la palabra “prevaricación”

La palabra prevaricación proviene del latín “praevaricatio, -ōnis” y se deriva del verbo “praevaricari” que significa no cumplir con el deber, ser sesgado en la justicia, torcerse o desviarse, salirse de la norma.

La prevaricación en la Ley de Dios

La prevaricación tiene profundas raíces en la Ley de Dios y en la Biblia cristiana. En varios pasajes de la Biblia se hace referencia a la prevaricación y a las consecuencias que esto trae para los pecadores. Por ejemplo, en Levítico 6 se nos ordena hacer sacrificios para expiar los pecados de la prevaricación ante Él. En Ezequiel 17:19-21, 15:7-8 y Daniel 9:23-25 se mencionan otros sentidos que se le da a la prevaricación, como el incumplimiento de un juramento o promesa. En el libro de Daniel se hace referencia a la gran tribulación, un período de 7 años en que la justicia divina caerá sobre la tierra y se juzgará a quienes hayan cometido prevaricación e iniquidad.

Los versículos bíblicos sobre la prevaricación

Los versículos de la Biblia que hablan sobre la prevaricación son muchos, entre ellos Levítico 26:40, Josué 22:22, 2 Crónicas 33:19, Ezequiel 17:20 y Daniel 9:24.

¿Cómo interpretar la prevaricación en tiempos modernos?

La interpretación de la prevaricación en tiempos modernos no difiere mucho de lo que se entiende como tal en la Biblia cristiana. La prevaricación es considerada uno de los peores delitos y pecados. La prevaricación siempre será un mal que se revertirá más temprano que tarde, porque es una injusticia terrible.

El castigo en tiempos modernos para la prevaricación

En la actualidad, la prevaricación es considerada un delito y se castiga con privación de libertad. Además, la culpa y la vergüenza de haber cometido prevaricación pueden destruir la reputación de una persona para siempre. Por esta razón, es importante no seguir los pasos de quienes han caído en la prevaricación y asegurarse siempre de seguir las normas y leyes de Dios.

Conclusión

La prevaricación, como pecado y delito, siempre ha sido considerada como uno de los males más grandes que pueden existir en la sociedad. En la Biblia cristiana, se establece que Dios castiga con fuerza a quienes cometen prevaricación. Sin embargo, en la actualidad, también es considerada un delito y se castiga con privación de libertad.

Pero a pesar de la gravedad de la prevaricación, la tentación de caer en este pecado sigue vigente. Y es en tiempos de crisis, de incertidumbre y de cambio, en los que la tentación se vuelve aún más fuerte. ¿Podemos confiar en la justicia terrenal para castigar a los prevaricadores? ¿Podemos confiar en la justicia divina para hacer justicia en este mundo? Son preguntas que solo cada uno de nosotros podemos responder en el camino de nuestra vida.