¿Qué significa Paraclito según la Biblia?

La fe religiosa, como cualquier otra esfera del conocimiento humano, está llena de misterios y conceptos que a menudo son difíciles de comprender. Uno de ellos es el significado de Paraclito según la Biblia. Es una palabra un tanto extraña para nuestra época y su origen se remonta a la antigua Grecia. Sin embargo, el concepto detrás de ella sigue siendo fundamental para los cristianos de todo el mundo.

Origen y etimología de ‘Paraclito’

La palabra ‘Paraclito’ proviene del griego παράκλητος (parakletos) y fue adoptada por el latín tardío como paraclitus. Su etimología es interesante, ya que puede significar tanto “abogado” como “intercesor” y “consolador”. Esto se debe a que el Espíritu Santo, al que se refiere la palabra, es considerado por los cristianos como una figura que cumple todas estas funciones. Es tanto el defensor de los seguidores de Cristo ante Dios como aquel que los reconforta y guía.

Definición de ‘Paraclito’ según la RAE

Según el diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, el término “Paraclito” es “el Espíritu Santo, enviado para consolar a los fieles en la religión cristiana”. La vigesimotercera edición del diccionario, publicada en octubre de 2014, fue considerada la obra lexicográfica de referencia de la Academia, y su edición fue publicada como el colofón de las conmemoraciones del tricentenario de la Academia.

La importancia del Paraclito en la obra de San Juan

El papel del Paraclito como figura que acompaña y defiende a los cristianos es crucial en la obra del apóstol Juan. En su Evangelio, este autor describe a Jesucristo y el Espíritu Santo como el abogado ante el Padre. En los textos joánicos, se atribuye al Espíritu Santo la palabra παράκλητος (parakletos), que significa “el que consuela”.

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De hecho, San Juan utiliza el término “Paraclito” para referirse al Espíritu Santo como abogado defensor y protector de los cristianos. Una de las características más importantes del Paraclito es que se presenta como un maestro interior divino que enseñará todas las cosas y recordará todo lo que Jesús dijo. Así, los cristianos solo admiten la autoridad del Espíritu-Paraclito.

La descripción del Paraclito en el Evangelio según San Juan

En el Evangelio según San Juan encontramos una detallada descripción del Paraclito. Por ejemplo, en Jn. 14:26 se nos dice que el Espíritu Santo “enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho”. Además, en Jn. 15:26 se presenta al Paraclito como aquel que “daría testimonio” de Jesús – una tarea importante para los seguidores que también querían dar testimonio de su fe.

En el capítulo 16 del mismo evangelio, se profundiza aún más en la figura del Paraclito. Aquí, se describe como aquel que viene a los discípulos después de que Jesús les haya retirado su presencia visible. El Paraclito tiene la tarea de inculcarles internamente la enseñanza dada por Cristo y hacerlos testigos de la obra y doctrina del Salvador. En su misión, el Paraclito no sólo consuela a los apóstoles, sino que conforta a toda la Iglesia al garantizarle su inerrancia y fomentar su santidad.

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El Paráclito y la Trinidad

Otra cuestión interesante es cómo se relaciona el Paraclito con la Trinidad, un tema importante en la teología cristiana. La morada del Paráclito en el alma justificada es compartida por todas las tres Personas de la Santísima Trinidad. Los teólogos católicos no concuerdan en cuanto al modo y explicación de la estancia del Espíritu Santo en el alma de los justos. Algunos piensan que el Espíritu Santo se convierte en parte de las almas de los creyentes, mientras que otros sostienen que el Espíritu actúa en el alma sin confundirse con ella.

La relación entre Paraclito y Cristo

Es interesante reflexionar sobre cómo la figura del Paraclito y la de Jesucristo se relacionan en el cristianismo. En Jn. 14:16, Jesús pide al Padre que envíe otro Paraclito que sea presencia interior y compañía para los discípulos. En este sentido, se puede decir que el Paraclito cumple una función complementaria a la de Jesucristo.

Sin embargo, es importante señalar que la misión del Paraclito no le resta nada a la misión de Cristo, ni le quita nada a su exclusividad como único mediador entre Dios y los seres humanos. Cristo permanece en el cielo como nuestro defensor, pero está con nosotros por medio de su Espíritu. Así, la función de ambos está estrechamente ligada y complementaria.

El Espíritu Santo como nuestro Paráclito

La idea de que el Espíritu Santo cumple la función de Paraclito no sólo es una cuestión teológica, sino que tiene implicaciones prácticas para la vida de los creyentes. Tener al Espíritu Santo como nuestro Paraclito es tener a Dios mismo habitándonos como creyentes. Es el Espíritu Santo quien nos enseña la Palabra de Dios y nos guía hacia la verdad completa. Él nos recuerda lo que Jesús ha enseñado para que podamos depender de Su Palabra en los tiempos difíciles de la vida.

Cuando el Espíritu obra en nosotros, nos da Su paz, Su amor y Su gozo. El poder del Paraclito nos da la capacidad de vivir por el Espíritu y “no satisfacer los deseos de la carne pecaminosa”. Entonces, el Espíritu puede producir Su fruto en nuestras vidas para la gloria de Dios el Padre.

El Paraclito y la promesa de Jesús a sus discípulos

Jesús anunció a sus discípulos que los dejaría pronto, pero también les prometió que el Espíritu de Dios vendría a ellos y moraría en ellos. La entrega del Espíritu Santo en Pentecostés fue una de las grandes manifestaciones de la acción divina en el mundo. Desde entonces, los cristianos han contado con una ayuda sobrenatural en su camino hacia la santidad y la salvación.

En conclusión, la figura del Paraclito es un concepto fundamental en la religión cristiana, que hace referencia al Espíritu Santo como abogado, intercesor y consolador. Esta figura es descrita en detalle en el Evangelio según San Juan, y su función es complementaria a la de Jesucristo. La presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas es una promesa hecha por Jesús a sus discípulos, y su ayuda es fundamental en nuestro camino de fe.

Este misterio nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la búsqueda de respuestas en la fe. A veces, puede parecer que todo lo relacionado con la religión es misterioso e incomprensible. Sin embargo, al profundizar en los conceptos y las enseñanzas, se pueden descubrir verdades fundamentales que nos ayuden a comprender mejor nuestro mundo y nuestras vidas. ¿Cuánto más podremos descubrir acerca del Paraclito y su función en nuestras vidas?