¿Qué significa paganos según la Biblia?

Pagano: un término que se ha utilizado históricamente para determinar a aquellas personas que no comparten la misma religión que los cristianos. La mayoría de nosotros ha escuchado este término, pero ¿en realidad entendemos lo que significa? En este artículo, exploraremos qué significa paganos según la Biblia.

El significado bíblico de la palabra “pagano”

La palabra “pagano” se menciona varias veces en la Biblia y se utiliza específicamente en referencia a personas que no practican la fe cristiana. Según la definición de la Biblia, un pagano es aquel que cree en dioses falsos o realiza prácticas contrarias a los mandatos divinos de Dios.

Orígenes de la Palabra “Pagano”

La palabra “pagano” proviene del latín “pagus”, que significa “aldea”. En su origen, se refería a las personas que vivían en zonas rurales, lejos de la influencia de las grandes ciudades y que, por lo tanto, eran menos propensos a aceptar las creencias religiosas de las sociedades urbanas.

En la Biblia, se consideran paganas algunas fiestas y tradiciones que van en contra de los principios divinos. Los creyentes se esfuerzan por no participar en esas fiestas y tradiciones, para evitar alejarse del camino de Dios.

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¿Quiénes eran considerados paganos en la Biblia?

En la Biblia, los paganos eran aquellos que practicaban religiones politeístas y adoraban a varias divinidades. También se refería a aquellos que vivían una vida enfocada únicamente en lo material y no practicaban ninguna religión.

En algunas ocasiones, la palabra pagano se utilizó también como sinónimo de “profano”, es decir, de todo lo que no era religioso o espiritual. Esto se usaba para referirse a aquellas personas que no seguían las enseñanzas de Dios, y cuyas prácticas eran consideradas impías e inmorales.

El paganismo en la era cristiana

Durante los primeros siglos de la era cristiana, el paganismo era la religión predominante en la mayoría de los territorios del Imperio Romano. A medida que el cristianismo se convirtió en una religión más influyente, los creyentes comenzaron a denunciar las creencias paganas como heréticas.

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Los antiguos sacerdotes cristianos aplicaban este término a aquellos que no veían con buenos ojos al cristianismo por tradición. En la carta a los romanos, Pablo habla de la perversidad que implica cualquier forma de paganismo.

Politeísmo, Animismo y Panteísmo

El paganismo se caracterizaba por la creencia en varios dioses, lo que lo hacía un tipo de religión politeísta. Además, se creía que estos dioses tenían una influencia significativa en la vida de las personas, y se les ofrecían sacrificios y ofrendas en su honor.

Por otro lado, también existían creencias animistas, que planteaban que los espíritus forman parte de los objetos, ya sean de tipo animado o inanimado. De esta forma, la naturaleza y todo lo que la rodea se consideraba sagrado.

El panteísmo, por su parte, se sustenta en el hecho de que Dios es todo. Es decir, no hay una deidad específica a la que se tenga que adorar, sino que Dios está presente en todo lo que nos rodea.

Los paganos en la actualidad

Actualmente, el término pagano se refiere a un conjunto de creencias y tradiciones antiguas, como el politeísmo, el panteísmo y el animismo. Hay grupos paganos que tienen una visión monoteísta o politeísta del mundo.

Algunos rituales paganos se conservan en la actualidad, ya sea combinados con creencias cristianas o a través de la defensa y la revalorización de otras culturas. Todos los rituales del cristianismo se basan en algún rito pagano ya que se instauraron en momentos donde se intentaba convertir a los paganos y, por lo tanto, mantuvieron sus prácticas con modificaciones.

¿Por qué los cristianos denunciaban al paganismo?

Del punto de vista cristiano, el paganismo era una falsa doctrina controlada por satanás, que se aprovechaba de los placeres mundanos para seducir mentes y almas.

Todo cristiano debía evitar las creencias paganas, que amenazaban con alejarlos del camino de Dios. En la carta de Pablo a los colosenses (2:8), se menciona específicamente a los paganos como aquellos que están “vacíos y engañados por las tradiciones humanas y los principios elementales del mundo”.

Las enseñanzas de la Biblia sobre los paganos

La Biblia advierte a los cristianos que los paganos son “idólatras e infieles”, y que no seguir su camino. El apóstol San Juan, por ejemplo, en su primera epístola, define a los paganos como aquellos “que no conocen a Dios” y afirma que los que se les parecen “se hacen cómplices de sus obras” (1 Juan 5:21).

No se han encontrado versículos de la Biblia que hablen específicamente de paganos, pero sí se menciona a menudo el concepto de idolatría, que se utilizaba para referirse a aquellas personas que creían en otros dioses.

El neopaganismo moderno

El término “neopaganismo” se utiliza para definir a los movimientos espirituales que tienen como base las religiones existentes que se definen por ser de tipo politeísta.

Se divide en cuatro campos: reconstruccionismo pagano, brujería tradicional, sincretismos y wicca. La Wicca es una religión neopagana surgida en Inglaterra en los primeros compases del siglo XX que se sustenta en la figura del hechicero y que tiene entre sus símbolos más importantes al pentáculo.

Otros usos del término “pagano”

El diccionario de la Real Academia Española (RAE) reconoce otro uso del término “pagano”: también puede aplicarse a la persona que paga, generalmente por culpa de un abuso, las culpas o las cuentas ajenas.

En Asturias, el término “pagano” se utiliza para referirse al castaño silvestre, es decir, ejerce como sinónimo de la palabra “regoldo”.

Conclusión

En conclusión, la palabra “pagano” se utiliza en la Biblia para referirse a aquellas personas que no practicaban el cristianismo y creían en dioses falsos. Los cristianos denunciaban estas creencias como herejías y falsedad.

Actualmente, el término se utiliza más para referirse a creencias y prácticas antiguas que se han mantenido a lo largo del tiempo. El neopaganismo, por ejemplo, es un movimiento espiritual caracterizado por sus creencias politeístas.

En última instancia, ¿importa realmente la etiqueta que se utilice para referirse a distintas creencias? ¿No es el respeto mutuo y la tolerancia hacia las creencias de los demás lo que deberíamos promover en lugar de centrarnos en las diferencias? La próxima vez que nos encontremos con palabras desconocidas en nuestro camino, recordemos que unidos, en diversidad, somos más fuertes.