La historia de Caín y Abel es una de las más famosas del Antiguo Testamento. Su relato aparece en el libro del Génesis y cuenta cómo dos hermanos ofrecieron sacrificios a Dios, pero solo uno de ellos fue aceptado. Este hecho desencadenó los celos y la envidia de Caín, quien mató a su hermano Abel en un arranque de furia. A pesar de que la Biblia no da una explicación clara de los motivos detrás del asesinato, las teorías al respecto son muchas. Acompáñanos en este recorrido por el relato bíblico y las diferentes interpretaciones del porqué de este fratricidio.
La historia de Caín y Abel en la Biblia
Adán y Eva tuvieron varios hijos después de salir del jardín de Edén. El primero se llamaba Caín y se dedicaba a cultivar frutas y verduras, mientras que el segundo se llamaba Abel y era pastor. En cierto momento, ambos hermanos le hicieron ofrendas a Jehová, un tipo de regalo especial que se le da a Dios. Jehová aceptó la ofrenda de Abel, pero rechazó la de Caín. Este se enfureció y eventualmente mató a su hermano Abel mientras se encontraban solos en el campo.
La Biblia no da una explicación clara de los motivos que llevaron a Caín a cometer el asesinato de su hermano. Sin embargo, se cree que pudo haber sentido celos de la relación más cercana entre Abel y Dios. Se debate la razón por la cual Dios aceptó la ofrenda de Abel, pero rechazó la de Caín. Se menciona que la ofrenda de Abel era de los primeros resultados de su trabajo, mientras que la de Caín era solo una parte cualquiera de sus cosechas.
Comportamiento humano y envidia
La diferencia entre las ofrendas de los hermanos es importante porque representa cómo lidiamos con la diferencia en nuestra vida cotidiana, y cómo dominamos el sentimiento de envidia que esto nos pueda provocar. La envidia es comparada a una “fiera pronta a devorarnos”, y puede corroer nuestro corazón si nos abandonamos a ella. Es importante que, como seres humanos, controlemos nuestras emociones negativas para evitar hacer cosas malas.
En la Biblia, Dios le pregunta a Caín por qué está abatido y le advierte que el sentimiento de envidia es una amenaza que debe dominar. La exhortación divina no fue suficiente para que Caín se dominara y terminó cometiendo el asesinato de su hermano Abel sin decirle nada.
El primer asesinato registrado en la Biblia
El asesinato de Abel por parte de su hermano Caín es el primer asesinato registrado en la Biblia. Se destaca que la violencia extrema y fratricida está en el origen de nuestra humanidad y de nuestra civilización, y la manera como se regula es un juicio para la sociedad en su conjunto. En este sentido, la historia de Caín y Abel es considerada como una explicación del surgimiento del pecado en el mundo.
En los comentarios hebreos sobre el relato, se critica a ambos hermanos porque Abel también debería haber hablado con Caín para intentar superar sus diferencias antes de que la situación terminara de forma trágica. La lección aprendida es que no se deben dejar que las emociones negativas nos controlen, ya que pueden llevarnos a hacer cosas malas.
El arrepentimiento de Caín
Después de cometer el asesinato, Caín se arrepintió profundamente. La Biblia indica que Dios lo proscribe, pero que aún así tiene descendencia y llega a ser el padre de un gran linaje.
En el libro de Mateo (5:24), se alienta a hacer las paces con los hermanos antes de hacer una ofrenda a Dios: “Deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”. Esta cita bíblica nos recuerda la importancia de la reconciliación y la superación de nuestras diferencias para lograr una convivencia saludable.
La representación de Caín y Abel en el arte
La historia de Caín y Abel ha inspirado a innumerables artistas a lo largo de la historia. En el arte medieval, se representaba a Caín como un ser demoníaco, cuyo pecado original y fratricida condenaba a todo el género humano.
En la pintura flamenca del siglo XVI, se representaba a los personajes en escenas introspectivas y emotivas, a menudo rodeados de paisajes y objetos domésticos. Ejemplo de ello es la obra de Michiel Coxcie, el pintor de corte de Carlos V de Alemania, que representa a los dos hermanos en un formato tríptico en el que se plasma la historia completa de su rivalidad.
Por su parte, Pieter Bruegel el Viejo se inspiró en la historia de Caín y Abel para su obra “El ciego guiando a otro ciego”. Esta obra presenta a la humanidad como una masa anónima y sin rumbo que se dirige hacia la perdición en medio de la oscuridad de la noche, guiándose solo por la fuerza de líderes ciegos que la llevan por caminos equivocados.
Obras maestras en el Prado
El Museo del Prado cuenta con varias obras maestras inspiradas en la historia de Caín y Abel. En “Las Furias”, obra del pintor flamenco José de Ribera, se representa a Caín en medio del acto violento de matar a su hermano, mientras las tres Furias, diosas griegas del castigo, vigilan la escena.
Otra obra que se encuentra en el Prado es “Caín matando a Abel”, realizada por el neerlandés Joachim Wtewael. En ella, se presenta a los dos hermanos en una escena de gran dramatismo y fuerza, en la que Caín está a punto de ejecutar el golpe fatal.
La eterna pregunta: ¿por qué Caín mató a Abel según la Biblia?
La eterna pregunta de por qué Caín mató a Abel según la Biblia continúa siendo objeto de debate entre los teólogos y los estudiosos bíblicos. Algunos sugieren que fue la envidia lo que motivó el asesinato, mientras que otros creen que la obediencia ciega de Abel a Dios puede haber provocado los celos de Caín.
La historia de Caín y Abel nos deja una lección importante: el mal nunca termina bien. La ira, los celos y la envidia son emociones peligrosas que pueden llevarnos a actuar de una forma que va en contra de nuestros valores humanos y espirituales. En cambio, debemos practicar la compasión, la humildad y la bondad hacia nuestros semejantes, para evitar caer en los errores del pasado. La historia de Caín y Abel es un llamado a la conciencia, la reflexión, y la búsqueda de una convivencia armoniosa en un mundo que presenta sus desafíos, pero que también tiene sus alegrías.
